Periodista

Si su bolsillo se lo permite, coma marisco gallego estas Navidades. Tras pasar las fiestas más tristes de su vida el año pasado, cuando la marea negra del Prestige impregnó de fuel los centollos, las nécoras, los percebes, y la catástrofe les dejó sin trabajo, los mariscadores de Galicia se merecen este anuncio gratuito. Y más ahora, que ya pensamos en llenar el congelador para celebrar Nochebuena, Navidad, Fin de Año, el almuerzo con compañeros, la cena con amigos y todas las ocasiones, quizás excesivas, que se nos avecinan para comer sin freno. Ni caso de científicos que buscan sus 15 minutos de gloria para sembrar una alarma sin motivo. Los percebes están sanos; los gallegos, esperando su cita anual con nuestras mesas en Navidad.