WEwl presidente de la Junta explicó ayer en Mérida los planes del Gobierno para con la región incluidos en los próximos Presupuestos del Estado. Rodríguez Ibarra informó de que las actuaciones que ya anunciara Rodríguez Zapatero el pasado 31 de julio habían sido contempladas en las cuentas del Reino del año que viene, si bien con proyección de toda la legislatura: hasta 2008. Y de ello se desprenden tres buenas noticias: que aquel compromiso de Zapatero ha sido incorporado a los apuntes correspondientes de gastos a partir de 2005, es decir, que sigue su curso para que un día pase de las musas al teatro; que el plazo dado a las inversiones previstas se acorta a los cuatro años de vigencia del actual Gobierno y no a la próxima década, como se dijo en julio, lo cual tiene una importancia tal que no es necesario explicar; y, por último, que el montante anunciado entonces ha crecido de 3.440 a 3.928 millones, es decir, 482 millones de euros más, sin que ninguna de las actuaciones ya previstas se hayan quedado en el camino; incluso algunas, como la plataforma logística, está previsto que sea una realidad ya el próximo año, a tenor de que los 18 millones que cuesta se prevé gastarlos en 2005. Por tanto, el compromiso del Gobierno central para con Extremadura es, desde ayer, y si finalmente los Presupuestos no varían en su trámite parlamentario en lo que toca a la región, más fuerte que el que había antes de ayer. Y de ello hay que congratularse.

¿Pero es todo lo que el Estado podía hacer por Extremadura? El presidente de la Junta dijo ayer que estas inversiones responden a un trato de justicia y significan un acompañamiento a los esfuerzos que está haciendo la región por abandonar los últimos lugares en las clasificaciones del desarrollo económico. No le falta razón a Rodríguez Ibarra , pero más razón tendría, y más justo sería el trato dado por el Gobierno a Extremadura si, como se había venido anunciando repetidamente, también se hubiera incluido en los Presupuestos el tan pregonado Plan de Empleo, que aquí se ha entendido como el compromiso, cuantificado, de nuevos puestos de trabajo. Que los planes anunciados suponen la oportunidad de trabajar para miles de extremeños, sin duda alguna; que se facilitan las condiciones de los proyectos industriales para acceder a los incentivos y que eso permitirá crear trabajo, tampoco hay que dudarlo. Pero el Gobierno debería haber dicho qué compromiso concreto de creación de empleo tiene para con esta comunidad porque ése es el principal problema que tiene. Y no lo ha hecho, lo cual empaña lo que son unas magníficas inversiones y deja a la Junta, que es la que gobierna en la región, el mal trago de tener que hacer malabares para explicar ese lunar. Ayer el propio presidente de la Junta calificó de medidas "de acompañamiento" a los esfuerzos que se hacen desde la Comunidad los 100 millones aprobados en el eje del empleo ?. Nada que ver con aquellas esperanzas puestas de manifiesto por Ibarra en el verano al afirmar que el Plan de Empleo podía significar lo que significó la Expo de Sevilla para Andalucía.