Eugenio Fuentes ha escrito este año una trepidante novela cuyo protagonista, junto al atractivo detective extremeño Ricardo Cupido es el Tour de Francia y el ciclismo al que todos nos enganchamos luchando contra la galvana de las sobremesas de julio. Si ustedes leyeron ´El interior del bosque´, ´Las manos del pianista´ o ´Cuerpo a cuerpo´, sabrán ya del placer estético e intelectual que las novelas del de Montehermoso proporcionan, y si no lo han hecho no olviden incluirlas en su transportable biblioteca de verano. Novela negra, seria, divertida, con una prosa fascinante, llena de emoción y conocimiento de la naturaleza humana. Los libros de Eugenio crean adicción y pesan menos que la trilogía Millenium. Ricardo Cupido decide este año subir en bici al Tourmalet y junto con su inseparable ´Alkalino´ contemplar la llegada en alto de un par de etapas del Tour pero en la cuarta, se descubre que un asesino anda suelto y comienza la aventura de descubrirlo. El escritor respeta y admira a los enjutos, fibrosos y esforzados atletas que todos los años llenan las somnolientas tardes de julio con las épicas de sus nombres modestos sí, mas heroicos cuando galopan como centauros, abriéndose en abanico, demarrando o cruzando la meta mirando al cielo. Ni una sola vez habla Fuentes de la serpiente multicolor pero la televisiva metáfora persiste en nuestra memoria junto con titanes en blanco y negro: Bahamontes , Ocaña o en amarillo: Delgado , Induráin , Pereiro , Contador o Sastre . Fuentes inventa un crimen en el Tour y bucea en las habitaciones de los ciclistas, cuando llega la hora de los masajes o el control de los vampiros. Muestra las insidias, envidias y miserias que tristemente enturbian la grandeza del sacrificado deporte. Y yo, cuando leo acerca del bicéfalo equipo Astana o el comportamiento de su director y de sus lejanos propietarios confirmo una vez más que la realidad supera a la ficción y que Ricardo Cupido quizá podría ahora desentrañar la sombra de un robo anunciado que parece cernerse sobre Alberto Contador .