TEtl presidente Ibarra aprovecha todo acto público para insistir en la creatividad. Esta, según nosotros percibimos, es un fenómeno cargado de connotaciones personales, repercusiones institucionales y consecuencias sociales. Ibarra quiere remover y sacudir la conciencia de los jóvenes de cara al diseño de una Extremadura distinta a la del secarral, la burrina y el botijo; día tras día impele a las revoluciones tecnológicas que no podemos ni pueden perderse, a la creatividad cabalgada sobre los atributos personales y las exigencias sociales de nuestra comunidad. Y como esto ha de pasar de las musas al teatro, ha empezado a facilitar estrategias y recursos didácticos que son en sí mismos mensajes y ejemplo de utilización de la creatividad, como el Consejo de la Juventud. La insistencia presidencial persigue una forma de vivir, de actuar, de relacionarse, de tomar decisiones que desbarate de una vez el inmovilismo y el sometimiento a otras sociedades de mayor potencial: toda una revolución, que apunta al pan del progreso, al alimento del cambio, al desarrollo científico y humano que esta tierra necesita para dejar de ser el campamento donde todas las batallas se pierden. ¡Una elogiable idea a la que entre todos debemos ponerle carne.

*Filólogo