TGtracias a un trabajo igualitario del hombre y la mujer, todos los mortales hemos salido a la luz, por lo tanto la Ley de Igualdad Paritaria no es cosa nueva, existe desde el principio de los tiempos impuesta por la incuestionable madre naturaleza, que es la que más sabe, aunque a los humanos nos encante contradecirla y cabrearla. Pocos hombres nos negamos a compartir con la mujer por igual ese trabajo, es más, la mayoría somos verdaderos apólogos de la paridad entre los sexos cuando se trata de realizar el trabajo más antiguo conocido, cuyo fin suele ser la procreación, y sin embargo muchos cuestionan la igualdad de la mujer con respecto al hombre para desarrollar trabajos no considerados domésticos. Se extingue el lince ibérico, pero por desgracia no el misógino ibérico. Y eso que ya por el siglo XV unos reyes muy católicos y conservadores hicieron una campaña abogando por la igualdad entre los dos sexos: "Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando".

Ahora bien, también cabe preguntarse si realmente muchas mujeres están por la labor de abandonar ese rol de mujer ama de casa que trabaja fuera del hogar para convertirse en mujer trabajadora que comparte las tareas del hogar con su marido. Porque si ahondamos en el meollo del asunto, seguramente topemos con una contradicción: por un lado, leyes políticas y propuestas sociales destinadas a evitar la discriminación de la mujer; y por otro lado, mujeres que desestiman, quizá inconscientemente, esas iniciativas, o no se implican, conscientemente, en que lleguemos a la verdadera y justa paridad entre los sexos.

Hace unos días la ministra de Igualdad, Bibiana Aído , ordenó retirar un anuncio publicitario de radio, que invitaba a invertir dinero en fondos públicos, porque en él un hombre hacía referencia a las dotes culinarias de su mujer. Pero de nada sirve retirar un anuncio porque un hombre dice "Cómo se nota que no has probado las croquetas de mi Puri" si antes no se hace una eficaz campaña publicitaria antimachista dirigida a las mujeres que dicen "Córtame los filetes finitos, que así le gustan a mi Pepe".