Los exministros Angel Acebes, José Bono, María Antonia Trujillo y Eduardo Zaplana, se han aliado para crear una fundación en defensa de la Constitución. En 2006, Acebes y Zaplana aseguraron tener constancia de la existencia del informe que vincula a ETA con el 11-M. El entonces ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, negó en el Congreso la existencia de tal informe. Dos años después, Zaplana dejó la política y fichó por Telefónica. A mediados de 2011 la abandonó Acebes y fue fichado por Rodrigo Rato para consejero del Banco Financiero y de Ahorros (matriz de Bankia). Meses después en su comparecencia ante la Audiencia Nacional como imputado por el caso Bankia aseguró que el Banco de España nunca le advirtió de la falta de solvencia de dicha entidad.

Trujillo defendió en 2005 construir viviendas de protección oficial más pequeñas, adecuadas a cada ciclo vital de las personas. "Una persona joven puede necesitar un espacio mínimo habitable a 25 ó 30 metros cuadrados con cuatro metros de altura. No es una regresión; se trata de seguir los modelos de los países más avanzados en temas de vivienda, como son los nórdicos. En esos países se apuesta por viviendas modulares que incluso se pueden ampliar anexionando el piso de al lado cuando cambia el ciclo vital de la persona", dijo entonces. Hace dos meses, la noticia era: "El PSOE se plantea abrir expediente a Trujillo" por decir: "El que tenga deudas, que las pague. Que no se hubiera endeudado".

Bono calificó recientemente de golpista al presidente catalán, Artur Mas, por apostar por un proceso de independencia en Catalunya; también dijo que debería ser expulsado del PSC todo aquel que no esté por la unidad de España. Actualmente no tiene cargo político y promociona la primera entrega de "Les voy a contar", diario de su vida política.

Los cuatro, Acebes, Bono, Trujillo y Zaplana, manifiestan sentir la "necesidad de defender los valores de igualdad, unidad, libertad y solidaridad" recogidos en la Carta Magna. Seguramente los cuatro harán valer su experiencia y autoridad moral, ética, estética, etcétera, para alcanzar dichos objetivos; que no son otros que: ¡Majestad, Por España, todo por España!, que diría Jesús Hermida.