Mañana viernes 24 de noviembre, día de celebración de la Cumbre Hispano-Lusa en Badajoz, es una ocasión única para que los máximos representantes de las administraciones españolas, presidente del Gobierno por la Administración central, Presidente de la Junta por la Administración autonómica, y alcalde de Badajoz por la Administración local, se asomen desde la Alcazaba y vean lo que se está consintiendo en el cauce del río Guadiana y zona denominada El Pico. Desde allí podrán constatar que en el mismo cauce del río o en su zona de servidumbre se están amontonando ingentes cantidades de escombros, tierras, basuras y todo tipo de materiales de desecho, muchos de ellos altamente contaminantes, formando enormes taludes hasta de 5 o 6 metros de altura, que, naturalmente, modifican el cauce.

Es, sin duda, la ocasión para que pregunten por qué ni la Confederación Hidrográfica del Guadiana, ni la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, ni el ayuntamiento, han respondido a las denuncias realizadas, y les expliquen por qué se sigue consintiendo esta agresión contra el Medio Ambiente, los recursos naturales y el dominio público, por qué no asumen sus responsabilidades, y que los técnicos ofrezcan unas explicaciones convincentes de cuales serán las consecuencias de la elevación de dichos terrenos y de la acumulación de contaminantes en caso de que se produzcan grandes inundaciones. ¿Qué se oculta tras esta conducta omisiva y negligente-?

Sus explicaciones servirán también para tranquilizar al máximo mandatario de nuestros hermanos portugueses, que, indudablemente, son parte interesada en todo lo que se refiera al cuidado del río Guadiana, cuyo disfrute compartimos y estamos obligados a cuidar hoy y para las generaciones futuras.

Si sirve para que los altos mandatarios se comprometan a una cooperación efectiva para erradicar la negligente actuación de unos y otros, solo por ello, habrá merecido la pena la celebración de esta cumbre.

José Ramos García **

Badajoz (Presidente de ´Salvar el Guadiana´)