Los que tenemos experiencia en responsabilidades políticas y sobre todo en la política municipal, que no hace falta decir es la más cercana e inmediata a las personas, a los ciudadanos, sabemos lo que es dar la cara. Algunos en un ejercicio obsesivo de oposición para ganar votos, entorpecen el camino que se ha de recorrer desde el gobierno y cada dos por tres exigen actuaciones públicas que justifican como trabajo de oposición. Y es que, el que gobierna no puede estar siendo arrastrado por quienes no tienen la responsabilidad de estar en la búsqueda de soluciones de gobierno.

Hoy entro aquí en el tema que algunos llevan desde hace tiempo esgrimiendo sus estrategias para conseguir revolver todo a su favor. Esto es como unos sanfermines, un correr locamente en la consecución del desprestigio de un hombre que ha merecido el mejor de los apoyos ante las urnas, un hombre que dio toda su confianza a quien ahora le ha traicionado y que le ha intentado chantajear. Es posible que cuando estas líneas salgan a la luz, Rajoy ya haya dado una respuesta, justo cuando lo ha creído oportuno.

El presidente Mariano Rajoy va a dar explicaciones por el 'caso Bárcenas', marcando los tiempos que cree adecuados para hacerlo, mientras otros están ejerciendo la misma estrategia de otras ocasiones, que para calentar a las masas decían: "queremos un gobierno que no nos mienta". Además Rajoy confía en que la justicia actúe "con contundencia lo antes posible y que paguen los culpables". El gobierno no puede distraerse al son de los "intereses creados", de aquellos que abusan de la democracia y la justifican en un todo vale.

"No voy a ceder a ningún chantaje", ha dicho repetidas veces. "No tengo ningún problema con la justicia" y dada la mayoría amplia que le respalda en el Parlamento, no puede ser "arrastrado" por aquellos que ahora a "rio revuelto", quieren pescar el prestigio que habían perdido en las aguas que ellos mismos revolvieron.

Rajoy ha dicho que está acostumbrado a este tipo de campañas que no parten de la oposición exclusivamente, sabe cuáles son sus fines y sus métodos y repetidas veces ha dicho que seguirá gobernando y haciendo las reformas que tiene que hacer, y que nadie le va a torcer el brazo.

Rajoy ha llegado al Gobierno en un momento enormemente difícil para él en lo personal, aunque no el peor para los intereses de España, ha tenido que tomar decisiones difíciles, exigiendo grandes sacrificios a los españoles en contra incluso del programa que presentó en las elecciones ya que no tenía otra forma de solucionar el gran "marrón" dejado por la herencia de Zapatero , Rajoy "ha dado y dará" las explicaciones que sean "necesarias y oportunas".

De eso es de lo que se trata, y como presidente del Gobierno rinde cuentas a los ciudadanos de la manera y en el momento que considera oportuno, no arrastrado por algún interés escondido. Es lo que va a hacer ante el Congreso de los Diputados próximamente. Con la corrupción tolerancia cero y confiar en que la justicia actúe contundentemente lo antes posible y que paguen los culpables.

Mantengo este artículo tal cual lo tenía cerrado para su envío al Periódico, a pesar de recibir al momento de cerrarlo la noticia de la decisión de Rajoy de su comparecencia próxima en el Congreso.