Cualquier familia se endeuda en unos límites razonables para conseguir ciertas mejoras en su situación. España parte de un déficit real en cuanto a gasto en Educación y en Servicios Públicos con respecto a la media Europea. Para alcanzar esa media es necesario un cierto endeudamiento. El control del gasto público va en detrimento de los servicios públicos y de quienes los utilizamos, la mayoría de la población, pues nunca afectará a quienes, por sus ingresos, pueden optar por la educación, la medicina o los servicios privados. Esta reforma constitucional responde a las órdenes que este Gobierno está recibiendo de los mercados y de los gobiernos alemán y francés.

Controlar el nivel endeudamiento por norma constitucional, es modificar la Constitución y hacerla aún más liberal (al parecer no basta con la autonomía de los bancos centrales o con el poquísimo control que les va quedando a los estados sobre la economía-) y es una reforma de tal calado que debería ser objeto de consulta popular. ¡Ya basta de que el PP-PSOE decidan por todos! ¡La democracia es algo más que votar cada 4 años! ¡El pueblo debe ser consutlado sobre cualquier reforma constitucional!

Lucio Tullo **

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