WLw a subida pausada de los tipos de interés básicos que está siguiendo el Banco Central Europeo ha sembrado la incertidumbre en millares de familias que están endeudadas con hipotecas, como puede comprobarse en el reportaje del ´Cuaderno del domingo´ que hoy publica este periódico. Vista la necesidad, ha aparecido el nuevo negocio financiero: la reunificación de las deudas, en cómodos plazos, de quienes están pagando a la vez la vivienda, el coche, los muebles o los pagos adelantados de la tarjeta de crédito.

Son entidades de marcas poco conocidas y que ofrecen agrupar todos los créditos, tanto da que sean de consumo o de vivienda, en un nuevo producto por el que se va a pagar una cuota mensual más baja que la suma de las anteriores, pero que oculta que el periodo de amortización supone endeudarse muchos más años. Estas entidades están teniendo mayor éxito en las capas de población de renta media-baja, que tiene que estirar el sueldo más allá de lo recomendable para atender sus necesidades básicas, además de sucumbir, en muchas ocasiones, a la tentación de los gastos que les propone el modelo consumista. Los nuevos chiringuitos del préstamo deberían estar tan vigilados como los que se dedican a vender inversiones. Esa tarea corresponde a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pero también al Banco de España, que no debería ser tan permisivo con bancos y cajas, a los que controla férreamente, si se puede comprobar que algunos de ellos, con otros nombres, están detrás de este negocio floreciente y cercano a la usura.