Días internacionales

Así, al día primero le corresponden el internacional de las Personas de Edad, las sordas y la Hepatitis C; al 2 el Agua y la No Violencia; al 3 el Hábitat; al 4 el Espacio y los Animales; al 5 la Depresión y los Docentes; al 7 la Arquitectura y la Sonrisa; al 8 la Vista y los Cuidados Paliativos; al 9 el Correo; al 11 la lucha contra la Pena de Muerte y la Salud mental; al 11 la niña - en la página de internet que estoy consultando, con minúscula, será por el tamaño- ; al 13 la Reducción de los Desastres Naturales; al 15 el Lavado de manos y la Mujer Rural, y así, pasando por el dolor- también con minúscula-, la Menopausia, la Osteoporosis, el Cáncer de mama, la Tartamudez, el Desarme, el Ictus, la Prevención de la Intoxicación por Plomo, la Animación o la Psoriasis no hay días para tanta celebración, recuerdo u homenaje.

No es que me parezca mal. Muy al contrario. Las realidades mencionadas merecen interés y cuidado, merecido homenaje (a esa pequeñina anónima sin ir más lejos), inversiones y visibilidad.

Lo que ocurre es que anteayer, 24 de octubre, además del día de las Naciones Unidas, de la Polio y de Información sobre Desarrollo, fue el de las Bibliotecas, en memoria del incendio y destrucción de la de Sarajevo. Y ahora confieso que yo, en mi egoísmo, hubiera preferido que estos amados espacios hubieran gozado de una jornada solo para ellos, sin despreciar a nada ni nadie.

Mas si no hay más remedio que compartir, aquí están estas líneas para animarles a leer: Lea, amigo lector, en la cama y en el baño, en la cocina y en el autobús, en el cuarto de estar y en el salón, en la tumbona y en el despacho. Compañero profesor, lee en clase, en casa y en el departamento. Mientras ves las noticias y preparas las clases. Y tú, querido alumno, lee, lee más. En el parque, en el ibook o en el móvil. Para ser más libre, más culto, más feliz. Y visita y goza de las bibliotecas.