Es posible que un diputado, del PP para más señas, tenga un patrimonio declarado de tres pisos, dos apartamentos, uno en multipropiedad, un local, una casa y cuatro coches. Pero además, tiene compañeros de partido y escaño que le superan con creces, como aquel que dice poseer tres empresas, diez pisos, un solar, cuatro parcelas, una finca, dos locales, acciones en cuatro empresas, dos coches... Y continuará.