Por si alguien no lo ha leído, a última hora y por sorpresa, se admitió una enmienda del partido republicano, así es como firman, en la futura Ley de Educación que dice textualmente:” Los funcionarios docentes que muestren una manifiesta falta de condiciones para ocupar un puesto docente o una notoria falta de rendimiento que no comporte inhibición, podrán ser removidos de su puesto de trabajo y realizar otras tareas que no requieran atención directa con el alumnado. La remoción ha de ser consecuencia de un expediente contradictorio que finalice con una evaluación negativa realizada por la inspección educativa.” Y se quedaron tan panchos, tanto los proponentes como los aprobantes.

Estimados señores y señoras, por un lado, esto es una Ley Orgánica de Educación, no es la Ley de Función Pública, no es el articulado de ningún Real Decreto, Decreto, instrucción o circular, tampoco es el ansiado Estatuto de la Función Pública Docente que urgía más que una nueva Ley de aquí te pillo, aquí te apruebo los presupuestos. Por otro lado, habría que decir aquello de “y a qué viene esto”, salvo ponernos a los docentes a los pies de los caballos, sin ton ni son, cuando hemos sido precisamente los más valorados, junto con los sanitarios en esta pandemia.

Puestos a buscar alguna explicación a tamaña felonía, se me pueden ocurrir varias. Imagínense que como docente tengo que enseñar que en el 24 A.C. ya existía perfectamente delimitado el Estado Catalán, o como dice Otegui, los primeros pasos para la república vasca, o simplemente enseñar Geografía con un mapa político. Ahora imagínense que me niego a enseñar lo uno, a decir lo otro, a participar en aquello, a denunciar lo siguiente, o a ponerme o quitarnos lazos.

Pues aplíquese la disposición cuadragésimo octava, y así lo quitamos de en medio. Aunque seguramente esté equivocado, cualquiera sabe que un funcionario docente no sólo cumple con su deber más allá de sus estrictas obligaciones, ama su profesión y a sus alumnos y tiene una obligación sagrada que es la de formar, educar y preparar para la vida, más allá de guerras o ideologías políticas. Seguramente los señores del partido republicano, como firman en su enmienda, obvian que el número de expedientes sancionadores a docentes no debe llegar ni al 0,0001%. Que ya hay regulación

Y por supuesto obvian el daño infundado, injustificado, social y mediático que ha supuesto imponer sin poner, una vez más que en las escuelas se enseña y se hace lo que yo diga, y si no te inhibes, a la disposición adicional quinta, pero no la quinta, la del quinto, pino.

Presidente de ANPE Cáceres