No sabemos si la expresión “rápido y sin dolor” expresada como broma por parte de nuestro Rey al recién elegido Presidente del Gobierno, se refería a una intervención quirúrgica, por ejemplo, de reimplantación de miembros, a un esperado pero fatal desenlace o a los dolores de un parto, todas ellas situaciones susceptibles de aplicar dicha expresión, aunquesi fuera esta última, el parto rápido, lo que se dice rápido, no ha sido, es más, la criatura tenía que haber nacido por parto natural hace años. Este parto ha sido más una cesárea programada con anestesia epidural administrada en forma de Roscón de Reyes y después de varias inseminaciones “in vitro” e “in situ”.

Sí en una cosa coincido con Su Majestad, el dolor vendrá después, y no porque piense que vaya a ser peor que lo anterior, que ojalá sea para bien de todos, eso el tiempo lo dirá, porque cuando tantos y ninguno son el padre, quien se tiene que hacer cargo de la criatura es la madre.

En definitiva, y sin bromas Reales ni reales, una vez alcanzado un pacto de Gobierno, sea o no de mi agrado, lo primero que debemos hacer es otorgar un voto de confianza al Ejecutivo que pronto se formará y confiar en que el bien común y general, que de eso se trata Gobernar, sea el inequívoco triunfador de esta procesión de elecciones.

De momento, la conformación de Gobierno permite afrontar muchas reformas pendientes de la paralización institucional y presupuestaria a la que estábamos abocados sin Gobierno, aunque lo uno no conlleve lo otro. A buen seguro que alguno de los “inseminadores” querrá ejercer su pretendida paternidad antes de la aprobación de los Presupuestos Generales que a día de hoy siguen prorrogados, será, siguiendo el símil materno infantil, pasar la cuarentena y salir de la incubadora, y si la criatura sale sana, yo seré el primero en alegrarme, no lo duden.

A partir de ahí, la homologación salarial, la reforma educativa, el Estatuto Docente, la carrera profesional docente, la reforma de la Universidad, el salario mínimo, las ayudas a las familias, los precios a la vivienda... y sin duda alguna cumplir lo que se ha jurado hoy, por ayer, rápido y sin dolor, lealtad a la Constitución, que es lo mismo que lealtad al pueblo que te ha elegido.

* Maestro