Qué mal se aviene un asunto como el de la inmigración con los discursos simples y el trazo grueso de una campaña electoral. Adaptar una realidad tan poliédrica a las necesidades de un eslogan o a la urgencia de un titular, suele provocar más dolores de cabeza que éxitos. El Gobierno se ha apresurado a dar la cara con la oleada de cayucos que ha dejado en suelo canario a 1.000 personas en seis días. Se exhiben cifras de reducción de cayucos, casi dos tercios menos que el año pasado por estas fechas, y repatriaciones que demuestran los primeros resultados del intenso trabajo diplomático realizado en el último año con los países africanos. Pero ojo con colgarse medallas apresuradas en este tema. Al Gobierno hay que exigirle la misma prudencia que se reclama a Artur Mas por sus desafortunadas palabras sobre terrorismo yihadista o a Mariano Rajoy , que anuncia a bombo y platillo una ley para prohibir las regularizaciones masivas. Un tipo de regularización que, por cierto, se dispone a emprender ahora la prudente y conservadora Angela Merkel . A todos, más pedagogía y menos demagogia. Por más rutas que se atajen en el Atlántico, por más cumplimiento del programa Frontex que se reclame a Europa, por más relaciones diplomáticas que se activen con países de estados casi inexistentes, seguirán viniendo. Y seguirán las dificultades para que los países de origen faciliten la repatriación. Las remesas que envían sus emigrantes en Europa a los doce países del Africa subsahariana occidental representan más para su economía que la inversión extranjera. Y ahora ve y pídeles por favor que repatríen a sus compatriotas, a esos que pueden enviar las remesas. Porque todos saben que, si llegan vivos, tarde o temprano trabajan. Con papeles o sin papeles. Y no se pierdan este dato del economista Luis de Sebastián : la expectativa de vida de un niño africano se incrementa en ¡40 años!, si consigue cruzar el Estrecho o llegar a Canarias. Busquen, busquen en los programas electorales de nuestros partidos políticos la forma de apagar el eco de este efecto llamada.