THtace unos días un amigo comparaba España con un autobús lleno de viajeros conducido por un chofer cuya única pretensión es llevar el vehículo a su destino, despreocupado de si sus ocupantes viajan cómodos o incómodos, de su estado de salud, de sus carencias y necesidades. Este profesional del volante conduce impecablemente uniformado con su traje Emidio Tucci y sus gafas de sol Ray-Ban. Y cuando circula por una avenida muy transitada intenta enaltecer su figura para que los viandantes se fijen en su pose y no en las caras descontentas que muestran los viajeros por las ventanillas del autobús, que por otro lado a veces renquea, como si a su motor no llegara el combustible necesario para andar con normalidad.

Esta similitud de España con un autobús que pretende ser bien conducido pero es mal llevado por un conductor arrogante, la hizo mi amigo después de escuchar a Esteban González Pons , nuevo encargado de hacer declaraciones (de nuevo) en nombre del PP --Dolores de Cospedal se ha tomado un descanso y Carlos Floriano se ha tomado un respiro--.

González Pons, con esa pose altanera y esa pretenciosa solemnidad que le caracteriza, nos dijo en los medios que "España estaría como Portugal si hubiera continuado el PSOE en el Gobierno Central". Y tiene toda la razón. Pero es que hoy, siendo gobernados por el PP, también estamos como Portugal. Siempre y cuando hablemos de ciudadanos y de sus bolsillos. Seguramente a los cerca de seis millones de parados españoles --España tiene una tasa de paro del 26,30%; Portugal del 17,50%-- les importe un pimiento que España no haya sido un país rescatado --en teoría, que otra cosa es la práctica--, y que la prima de riesgo haya bajado hasta la suela de los zapatos.

Ultimamente recibimos del PP mensajes en clave positivista siempre referidos a la situación económica de las arcas del Estado. Llamémosla economía burocrática o de números sobre el papel. Pero también existe el estado de la economía social, que es la que marca el índice de pobreza del país y la que realmente importa a los ciudadanos.