Con la detención en Francia de dos presuntos miembros del aparato militar de ETA son ya 13 los terroristas detenidos --en España y en otros países-- desde que, el pasado 5 de junio, la banda dio por terminada --oficialmente, porque de facto ya la hizo saltar por los aires en Navidad-- la tregua. Es sabido que las detenciones en terceros países son, muy a menudo, fruto de la investigación de la policía española y de la guardia civil, sobre todo en Francia, y de que las últimas detenciones han supuesto dos reveses serios a la organización y a su cúpula, que ha podido quedar tocada con el arresto de los dos etarras en Angulema.

Los cuerpos policiales españoles, además, ya han frustrado en las últimas semanas atentados que estaban en fase avanzada de preparación. La última vez el miércoles, cuando fue detenido en Santander un presunto etarra que, según informó ayer el ministro Pérez Rubalcaba, preparaba junto a otra miembro del comando aún huida la colocación inmediata de un coche bomba en la capital de Cantabria. Ayer se supo que el etarra Aritz Arginzoniz iba a recibir el coche el mismo día en que fue detenido en la estación de autobuses de la capital cántabra.

Hay otros datos, y no solo las declaraciones del ministro Rubalcaba, que avalan que los cuerpos de seguridad españoles no han bajado la guardia nunca, ni siquiera cuando estaba en vigor la tregua. Y si de lo que se trata es de comparar, el Gobierno del PSOE no queda precisamente en mala posición respecto a lo que hizo el PP cuando gobernaba, lo que desmiente las salidas de tono de dirigentes populares que, de forma indigna y desleal, culpan al Gabinete de Rodríguez Zapatero de haber favorecido que ETA se rearmara y pusiera así en peligro la vida de los españoles.

Durante la penúltima tregua, entre septiembre de 1998 y noviembre de 1999, bajo el Gobierno del PP, la policía detuvo a 42 etarras, y otros 13 fueron entregados a las autoridades españolas por terceros países. En total, 55 encarcelados. Y en la última tregua, entre el 22 de marzo del 2006 y el 5 de junio del 2007, es decir, con la Administración socialista, han sido 57 los detenidos y 17 los entregados por terceros países. En total, 74 etarras ingresaron en prisión.

Nunca se ha aguantado en pie el machacón argumento de la derecha de que lo que hizo José María Aznar cuando gobernó--hablar con ETA, trasladar presos etarras a cárceles cercanas a Euskadi y admitir en público la existencia de un "Movimiento de Liberación Nacional Vasco"-- era bueno para nuestro país y lo que ha hecho Rodríguez Zapatero --hablar con ETA--, no lo ha sido. Pero además, las cifras arriba expuestas ponen de manifiesto que eran y son mentira las acusaciones del PP de que el Gobierno socialista ha bajado la guardia y poco menos que ha dejado campar por sus respetos a los miembros de la banda en una especie de delito de alta traición a todos los españoles.