Hemos de admitir que en la vida nada es legible y todo cambia. Junto a las formas de la ejecución desfila lo incierto, por lo tanto, dejemos (opinión subjetiva) de negar y empecemos a afirmar. Los desacuerdos se convierten en furia al no aceptar lo esencial...

Todo está cambiando, lo que antes nos parecía breve ahora es riguroso. En conjunto, creo que somos la insolencia que estalla con el vocablo «prohibido», sí, la misma que junto al mal entendimiento se ofusca y deja a la razón inoperante. ¡Cuándo las personas rehusan pensar, triunfa la exigencia fundamentada en la nada!

Es importante rodearse de personas que tengan nuestro nivel de conciencia. Junto a la torpeza de la ignorancia se descomponen todo, y ahora más que nunca, es importante establecer nuestro espacio y simplificar. El mundo está lleno de personas que evidencian su desconocimiento, las mismas (sonrío) que piensan que «el virus lo han creado los comunistas para cargarse España». La invención forma parte de la ignorancia. Pero de ahí a alucinar no sé yo...

Es el momento de alejarse de las personas que no piensan, las que con gesto impertinente «evolucionan» hacía el salvajismo y las malas formas. Es estéril perder el tiempo con personas que carecen de inteligencia. En definitiva: es el momento de formar parte del pensamiento y mandar a tomar por culo a tanto asno. Me parece de una ferocidad brutal lo que están haciendo con Pedro Sánchez, creo, que nadie merece recibir un trato tan impertinente y falto de gusto. El odio no es crítica, el odio es odio...

Hasta hace poco el mar tenía el sonido de la libertad. Ahora es el desesperado grito que escupe en forma de ola paradojas a la costa. H