Doctor en Historia

Antes que finalice la campaña electoral no está mal que analicemos el contenido de los mensajes vertidos a través de las frases mágicas que aparecen en los carteles de las diferentes formaciones políticas.

Lógicamente podemos apelar a una diversificación de contenidos ideológicos según el lugar del espectro en el que nos coloquemos, desde la derecha (a veces extrema) hasta la izquierda (según algunos, radical). Sin embargo, tampoco nadie duda de la reiteración o repetición de determinadas intenciones.

A modo de ejemplo, el polémico Cáceres de toda la vida ha desaparecido quizá fruto de un repentino cristiano arrepentimiento dado su carácter excluyente, poco propicio del mensaje universalizador de la doctrina que les ampara. Todos los candidatos monotematizan la segunda persona, ya sea el singular: Tu gente, tu voto casi ¿ingenuo? ¿inocente? de IU, o el plural socialista Para todos y todas .

La derecha quizá va un poco más allá en arrogancia o presunción. De esta forma anuncian al candidato como ya electo Tu presidente o bien se funden en el votante anunciando una simbiosis de inquietudes: Tu futuro, nuestro compromiso . Algo similar al desplegado por el populista candidato de Extremadura Unida: Tu alcalde, tu amigo .

Lo singular se puede encontrar en la estrategia del PSOE Otra forma de ser, otra forma de gobernar . Observarán los lectores que los socialistas no piden el voto, simplemente inciden en el balance de las obras bien hechas y en el anuncio de las por hacer. A continuación se remiten a la inteligencia del elector que debe saber qué significa su voto: Tú votas , se busca su complicidad y se le recuerda lo que se puede hacer con la aportación individual.