TAthora que los andaluces han descubierto que son una realidad nacional , me imagino que el contagio se extenderá por todo el territorio llamado España, y mal se tienen que poner las cosas para que mis paisanos aragoneses no reconozcan en el nuevo estatuto un puntazico nacional , y los riojanos una vibración nacional , y los murcianos --con permiso del cantón de Cartagena-- una emoción nacional , y los extremeños un sentimiento, y los castellanos un pálpito, y los navarros sensibilidad, naturalmente histórica, porque aquí todo es histórico, y si no ha salido hasta ahora fue por la maldita dictadura, luego por el respeto a la transición, y mucho antes porque hay que reconocer que los romanos eran muy suyos, y con lo de la Hispania Baeitca, Lusitania y Tarraconesis no dejaron florecer lo que ya llevábamos dentro. Por cierto, que la Hispania Tarraconesis iba desde los Pirineos hasta Galicia y desde Galicia hasta Almería, que eso sí que era un pedazo de nacionalidad histórica.

Intuyo que dentro de poco nadie querrá llamarse español e intentará dar rienda suelta a la sensibilidad, realidad... etcétera, nacional.

Cuando éramos unos chicos machistas, sin desasnar, gritábamos "¡maricón, el último!" y todos nos apresurábamos a llegar los primeros a la meta propuesta, porque eran tiempos bárbaros en los que nadie quería ser maricón. Como lo políticamente correcto habrá llegado a las nuevas generaciones, me imagino que uno de los gritos lúdicos podría ser ¡español, el último! , y todos a correr al lugar señalado para evitar el baldón de que el resto de la clase te señale como español. Adivino que dentro de poco los únicos a los que nos les quedará más remedio que llamarse españoles será a los de Ceuta y Melilla, porque se va el Ejército, y eso dura menos que un saharahui a la puerta del rey de Marruecos. Mientras tanto, el precio de gasóleo A ya llega a un euro el litro en todo el Estado, sin ningún respeto al hecho diferencial o al derecho histórico.

*Periodista