Lo del tren digno no lo entiendo, porque o es digno o no es tren; vaya, a estas alturas no creo que haya que apellidarse al tren». Esto ha dicho el ministro de Fomento sobre el ferrocarril que separa Extremadura del resto de España. Y son tantas las cosas que una desea decirle al ministro que no sabe por dónde empezar. Dejando aparte el hecho trivial de que digno es un adjetivo y no un apellido y el mucho menos trivial de que a lo largo de la historia ha habido millones de trenes indignos, lo primero sería preguntarle al ministro, en la seguridad de que nunca ha cogido ningún tren a nuestra tierra, qué significa para él a estas alturas. ¿A estas alturas de qué? ¿A estas alturas de exasperación de la buena y sufrida gente extremeña? ¿A estas alturas de lo que para Vara es una vergüenza y una afrenta histórica?¿A estas alturas de retraso cuando no abandono de una infraestructura tantas veces prometida a un millón de personas desatendidas y olvidadas año tras año y gobierno tras gobierno? ¿A estas alturas de siglo XXI, cuando el presidente español de su partido utilizó este verano en cuatro días cinco veces el helicóptero para hacerse viajecitos que muy bien podría haber realizado en otro medio muchísimo más barato y desde luego, ese sí, muchísimo más digno? Claro, que el señor ministro seguramente tampoco creerá que haya que apellidarse al helicóptero.

Una sabe que los políticos utilizan cualquier estratagema para adjudicarse los méritos y echar la culpa al rival, pero está última cantada es ya rizar el rizo de lo cutre. La ligereza con que Ábalos resta importancia a lo que su partido, cuando gobernaba el PP, esgrimió como una prioridad que echar en cara a los populares, convierte su oportunismo en una enorme falta de respeto a toda una región que, como el resto de España, se merece respuestas y no evasivas bobas. Y espero que el gobierno extremeño que celebró ayer el día de Extremadura enarbolando como una de sus principales reivindicaciones el tren, tendrá algo que responderle al titular de Fomento, por muy socialista e iletrado que sea.