TAthora resulta que donde dijeron digo dicen diego. Lo del Estatuto catalán no podía terminar bien del todo y, de hecho --ya lo verán-- va a acabar no como el rosario de la aurora, que tampoco conviene exagerar, pero si en un cambio de parejas por lo menos incómodo para todos y ética y estéticamente poco presentable, pero ahora ERC es ya un estorbo. A Esquerra le ha sentado fatal que la negociación se haya cerrado al margen de su formación y en una negociación bilateral entre ZP y CiU. Pero las cosas no terminan ahí: ahí es donde empiezan porque los chicos de Carod , ofendidos y humillados, están dispuesto incluso a rechazar el ya famoso Estatut pero tranquilizan a Maragall asegurándole que el tripartito tiene mucha vida por delante. Y es posible que Maragall se tranquilice porque sabe que está donde está gracias ERC, pero a don José Blanco esta buena disposición de Carod le pone de los nervios porque a estas alturas ya saben en Ferraz que con esos amigos las encuestas no van bien. Era el momento de cambiar de pareja y de pasar del desenfreno rap republicano a un animado aunque mas clásico y sosegado vals con CiU. Pues va a ser que no.

Blanco ya no sabe cómo decirlo y advierte a Esquerra que rechazar el Estatut y seguir en el tripartito es un contrasentido, pero apearse de ese tranvía --que sería lo lógico-- significaría no volver a tomarlo seguramente en muchos años y en la oposición se está muy bien, pero se está mejor en el poder.

*Periodista