Durante estos meses de pandemia ha habido muchos conceptos que se han ido incorporando a nuestro vocabulario habitual, palabras y términos que todos usamos pero de las que muchas veces desconocemos su significado.

Una de estos vocablos es el exceso de mortalidad, esto es, la diferencia entre la mortalidad en un periodo comparado con el mismo periodo de un año o varios anteriores.

Estas estadísticas están siendo muy utilizadas durante la pandemia y son generadas por dos instituciones públicas: el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística, ambos centros públicos que usan datos 100% fiables, provenientes de los registros civiles automatizados de nuestro país que suponen más del 93% del total. Se trata, pues, de estadísticas veraces por cuanto detrás de ellas hay personas con DNI, hijos, vida y amigos que han fallecido y de los que hay evidencia y hasta la firma de un médico en su acta de defunción.

Estos estudios están destacando datos que el Gobierno oculta y sobre los que miente cada día. Están, por ejemplo, poniendo sobre la mesa un exceso de mortalidad de más de 56.000 personas entre marzo y septiembre, casi el doble de los fallecidos que admite el Gobierno.

Hay un dato que es altamente preocupante en esta segunda ola de la pandemia, la que va desde la semana 28 a la 37, esto es, desde la última semana de julio hasta la más reciente de la que hay números, la que acaba el 13 de septiembre. El dato afecta a Extremadura y nos marca que en nuestra región en este breve periodo hay un exceso de mortalidad de 378 personas, 378 paisanos que ya no están entre nosotros y que han fallecido de más con respecto al mismo periodo del año pasado. La mayor mortalidad porcentual en toda España.

Seguro que el Gobierno Regional o sus terminales mediáticas no hablan de este tema. Seguro que silencian estos datos e incluso tratan de ridiculizar a los que los manejamos de fuentes públicas con total transparencia. Pero las informaciones veraces son esas y ahora podemos interpretarlas todo lo que queramos.

¿Han fallecido estos 378 extremeños de más por coronavirus? El Gobierno regional dirá que no, y se quedará tan tranquilo. ¿Por qué han fallecido entonces? Porque a mi me preocupa que haya sido por coronavirus, que diagnosticado o no este exceso se deba principalmente al asqueroso virus que lleva unos meses en nuestras vidas. Pero si piensan que no fue por coronavirus, estaría más preocupado aún. Con los mejores profesionales sanitarios del país en nuestra región, con una red de hospitales dimensionada y de centros de salud y consultorios que alcanzan a casi toda la población, ¿están tan tranquilos con este exceso de mortalidad?

A mí me parece inmoral estar tranquilo. No dormiría buscando la causa y poniendo soluciones. Los extremeños votaron un presidente para que resolviera sus problemas, no para que busque culpables a los problemas que ellos generan. ¿Qué causas se le ocurren? ¿El cierre casi a cal y canto de los centros de salud a lo largo y ancho de la región tendrá algo que ver? ¿Que los extremeños no puedan recibir atención presencial, que no les cojan el teléfono para las citas, que no les atiendan puede tener algo que ver en esos 378 extremeños de más que han fallecido estas 10 semanas? ¿Puede tener algo que ver el cierre de los centros de salud en Badajoz, por ejemplo, durante el verano? Yo no soy experto sanitario, pero si 378 personas que están bajo mi responsabilidad pierden la vida sin yo saber por qué estaría pensando en dimitir, por decencia o por ética.

Es inmoral vivir de espaldas a lo que está pasando, tapar con soflamas, con publicidad institucional o con eslóganes que tanto odiaban hace años unos datos que tienen detrás personas, que no son números , que son extremeños que están perdiendo la vida.

Y no hay excusas, está muriendo menos gente en accidentes de tráfico o como consecuencia de factores climatológicos. Se cierra el círculo: o se están muriendo los extremeños por este virus y nos están ocultando los datos mintiendo y engañando, o se están muriendo por la gestión de la sanidad por parte de la consejería. Solo hay dos causas. Ignoro cuál es peor, pero sé que en Extremadura vivimos una época de exceso de inmoralidad. Para desgracia de todos.

*Diputado del PP por Badajoz.