Hace pocos días el tema estrella de los medios de comunicación ha sido el Eje 16 , uno de los posibles corredores ferroviarios europeos de mercancías que uniría el norte de Africa con Centroeuropa. En este caso se trataría de enlazar el puerto luso de Sines, que por su gran calado podría recibir buques mercantes de máxima capacidad de carga desde Africa, con París, convertida la capital francesa en punto de distribución hacia el resto de Europa central. Este eje incluiría a Badajoz, Ciudad-Real, Toledo, Madrid y Zaragoza, y desde la capital maña se plantean dos posibles corredores hasta París, uno por Barcelona y otro atravesando los Pirineos y subiendo por el centro de Francia. También se pretende que la mercancía que llegue al puerto de Algeciras suba por Jaén a Ciudad-Real, enlazando con el Eje 16. Todo este planteamiento compite con otros dos ejes posibles: uno por el corredor mediterráneo y otro por el oeste de la Península, propuesto por Portugal.

Lo primero que llama la atención es contemplar cómo Portugal se desentiende de Badajoz y su puerto seco y propone un corredor desde Sines, siguiendo por Lisboa y otras ciudades de la costa y el centro, y entrando en España por Fuentes de Oñoro, Salamanca. ¿Acaso no había un acuerdo con los lusos en cuanto al puerto seco en la frontera de Caya? Entonces, ¿qué está sucediendo?

XINMEDIATAMENTEx nos viene a la memoria el intenso debate que vivimos en nuestra región en los inicios del proyecto de la línea de Alta Velocidad Madrid-Lisboa. También en aquella ocasión la totalidad de las fuerzas políticas extremeñas defendieron con vehemencia el trazado por Badajoz, en contraposición con los deseos de todas las fuerzas políticas portuguesas que querían la famosa T que suponía la entrada en Portugal por el norte de nuestra región, entre Cáceres y Plasencia, y la conexión al sur de Coimbra con el eje Lisboa-Oporto. En aquellos momentos España tenía algún peso en Europa y, forzando los intereses de Portugal, se impuso la conexión con Badajoz, obligando a los portugueses a incluir en el proyecto del eje Lisboa-Oporto, otra conexión más, esta vez desde Oporto, con España.

Y ahora con las mercancías se vuelve a repetir la misma situación. No sabemos cómo ni en qué términos se han negociado ambos acuerdos, pero sí sabemos que la línea de AVE de Lisboa con Badajoz está empantanada y que los portugueses no quieren saber nada del puerto seco badajocense. Y también sabemos, por deducción lógica, que los intereses de comunicación de Portugal con Madrid y con Europa no pasan por la capital pacense por muy fronteriza que sea. Sin embargo, a pesar de todas estas consideraciones que nos hacemos, y que alguien más debería hacerse, la estrategia de nuestras instituciones vuelve a ser la misma: obligar a Portugal, a través de los organismos europeos, a que lleve su mercancía por Badajoz, le venga bien o no. ¿Han pensado nuestras autoridades autonómicas hablar con las portuguesas para analizar las diferencias e intentar no perder la conexión extremeña aunque sea por otra frontera?

Ahora, como entonces con el AVE, hay una propuesta (Proyecto New Opera) por Valencia de Alcántara por parte del CER (Comunidad de las Empresas Ferroviarias y de Infraestructura Europeas, es decir, los técnicos europeos) publicada por ADIF en octubre de 2007, en la que habrán participado profesionales portugueses y que, al ser fundamentada técnicamente, debiera tener una mayor aceptación por las partes en liza. Animamos a estudiarla.

En segundo lugar, nos ha llamado la atención que, de la misma manera que se utilizó el argumento de la configuración de la red regional para pasar el AVE por Badajoz, ahora ese interés regional, de repente, ha desaparecido. ¿No sería beneficioso que este corredor de mercancías discurriese también por Mérida, Cáceres, Plasencia y Navalmoral? Pues parece que no, que lo interesante es configurar la red de Castilla-La Mancha. Por supuesto, ya sabemos que sumándonos a los intereses de las comunidades manchega, madrileña y aragonesa tendríamos más posibilidades pero esta carta es la última que debe jugar Extremadura. Antes hay hacer todos los esfuerzos necesarios para entendernos con Portugal, pues Sines está en su territorio y ello le concede una ventaja mayor que la de estas comunidades españolas, máxime si tenemos en cuenta que además tiene el apoyo de Castilla-León y País Vasco. Y si no consiguiéramos un acuerdo con Lisboa, la siguiente opción sería defender el corredor extremeño a Madrid, como hicimos con el AVE, aunque quedase fuera Castilla-La Mancha que ya tiene quien la defienda. Y como última opción siempre nos quedaría la que ahora estamos apoyando oficialmente, de Badajoz-Madrid por Puertollano.

Tengamos en cuenta, para un mejor desarrollo regional, que si, de una manera u otra, este corredor europeo de mercancías pasara por Plasencia, siempre tendríamos la esperanza de recuperar algún día el ferrocarril de la Vía de la Plata y, con él, el corredor del Oeste peninsular. No debemos olvidar la existencia en Extremadura de dos ejes de comunicación: el de la Ruta de la Plata, que es el que realmente vertebra la región de norte a sur, de Zafra a Plasencia, y el de Lisboa con Madrid que es el que estamos trajinando para colocarnos en medio, y el que nos permite aspirar a la Alta Velocidad y al Corredor Ferroviario Europeo de Mercancías. ¿Por qué vamos a renunciar a uno de ellos cuando el del oeste nos permitiría continuar en paralelo hacia el norte nuestra relación con Portugal, también enlazar con Castilla-León y, a través de ella, con el norte de España?

Entiendo que desde Cáceres miremos al norte de la Península y que desde Badajoz lo hagamos al sur. Pero ello no es contradictorio sino complementario. Y si además añadiéramos la visión y los intereses lusos a la hora de enfocar nuestro desarrollo, a todos nos iría mucho mejor.

Desde la Fundación Cáceres Capital trabajamos por el progreso de nuestra ciudad. Pero lo hacemos en armonía con las demás ciudades, buscando los equilibrios necesarios y, sobre todo, defendiendo Extremadura. Y, créanme, no hay otro camino para poder conseguir nuestros objetivos.

*Pte. de la Fundación Cáceres Capital