Cada año que pasa, el Día de Extremadura me va pareciendo más a una suerte de Día de Reyes, en el que hemos escrito una carta repleta de buenas intenciones esperando la merecida recompensa. Pero gobierne quien gobierne en la Administración central a los extremeños nos sigue cayendo, mayoritariamente, carbón.

Para cuando estas líneas se publiquen, la plataforma ciudadana ‘Milana Bonita’ habrá encabezado una manifestación en Madrid por un tren digno. Que en Extremadura somos muy de refranes y sabemos que «el que no llora no mama».

Esa es la Extremadura sin complejos, la que sale a reivindicar lo que se sabe como justo y un derecho. Porque para trabajar y soportar desprecios ya llevamos décadas haciéndolo.

Cada 8 de septiembre, la clase política nos deslumbra. Que muy bonitos son los actos institucionales, las ceremonias en Mérida y Guadalupe y los rimbombantes discursos, pero yo diría que ver las banderas verdes, blancas y negras ondear en lucha es lo que despierta un verdadero sentimiento.

La Extremadura del futuro necesita estar comunicada con el resto del mundo, para los de dentro y para que nos conozcan los de fuera.

La región que despierta, una vez más, necesita dejar las buenas intenciones para conseguir acciones concretas.

Se desataba la polémica hace unos días por cierto anuncio en el que un nacido en Badajoz decía que se sentía de Madrid. Yo a todos los indignados les pediría que se paseasen por los barrios de la capital española para ver cuán real es esa historia. Y no se piensen que son unos traidores a la patria chica, es que las identidades se multiplican a lo largo de la vida.

Quisiera ver yo a los que pusieron el grito en el cielo luchar con tanta vehemencia para que los extremeños no sigamos emigrando. Y para los que lo hicieron, que puedan volver a su tierra en un medio de transporte decente.

Lo que está claro es que los de siempre, los que van en coches oficiales, no sufren de la falta de tren ni de la escasez de oportunidades laborales. Por eso hay que demostrar que los ‘inocentes’, Extremadura, despertaron hace tiempo.