Son imágenes de impacto. Las tres jóvenes con los pechos al aire como protesta en el Congreso lograron que su causa, el rechazo de la reforma de la ley del aborto, tuviera más atención mediática que todas las protestas y manifiestos en el mismo escenario de su denuncia. Las mujeres de Femen mostraron por primera vez a la sociedad española por dónde transcurren algunas de las estrategias feministas de nuevo cuño. En este caso, la inversión de la mirada sobre sus pechos, que aleja su exposición como objeto sexual a la que nos tienen acostumbrados la publicidad o los medios de comunicación, para centrarla en la escenificación del desafío de la protesta. Han desconcertado a muchos con un activismo desacomplejado, que busca sacudir el debate, sea el aborto, la prostitución o la trata de personas, de forma puntual. En el caso español, se da la paradoja de que la joven existencia de Femen contrasta con el fin elegido para presentarse: una reforma que nos retrotrae al franquismo, cuando las protestantes no habían nacido. Ahora todo suma.