La reivindicación de que Guadalupe y otras 30 localidades extremeñas dejen de formar parte de la Archidiócesis de Toledo para integrarse en la provincia eclesiástica extremeña ha tomado un nuevo impulso desde que la asociación Guadalupex, constituida tanto por extremeños de dentro como de fuera de la región, ha empezado a movilizarse. De entrada, Guadalupex ha logrado sacar este asunto, que es notoriamente sentido por los ciudadanos de esta región, de los ámbitos políticos y eclesiales, que es donde se ha movido hasta ahora, y lo ha llevado a la gente. El logro más llamativo son las 7.000 firmas recogidas pidiendo la plena extremeñidad de Guadalupe, pero lo importante es que le movimiento se organiza, es estructura y extiende con la apertura de delegaciones, con la ´visibilidad´, que es condición indispensable para que cualquier idea se propague.

El éxito de Guadalupex pone de manifiesto, implícitamente, que los cauces por los que hasta ahora ha transitado la reivindicación no parecen los más adecuados para que este contencioso se resuelva en el menor tiempo posible. Así que bienvenidos sean si, como es el caso, están empujando para poner fin a una situación que tiene todo el tufo del colonialismo.