WHw asta el jueves se celebra en Nairobi (Kenia) el 7º Foro Social Mundial. Este encuentro, que también se conoce como Foro de Porto Alegre, porque fue en aquella ciudad de Brasil donde se celebró por primera vez, es la réplica del Foro Económico Mundial que se celebra todos los años por estas mismas fechas en Davos (Suiza).

A Davos concurren los amos del mundo, las figuras más celebradas de la economía y las finanzas; al foro de Nairobi los alternativos, los utópicos, los políticos de izquierdas o simplemente populistas, y todos los que quieran significar con su presencia que no están de acuerdo con la actual marcha del mundo, que quieren otra globalización. .

A tenor del programa anunciado, en Nairobi no faltará la mención de ninguna de las preocupaciones que afligen a la raza humana. Otra cosa serán los acuerdos que se tomen. Es muy de temer que en las conclusiones haya tantas peticiones a los poderes reunidos en Davos (insensibles por otra parte a los gritos del Foro Social) y tantas propuestas, no siempre coherentes, convergentes y apoyadas unánimemente (porque tampoco en Nairobi lloverá a gusto de todos), que no se llegue a un programa de acción concreto, realista y medianamente viable. Pero se habrá manifestado una vez más que en el mundo hay millones de personas que no pueden expresar sus opiniones en los medios de comunicación que controlan los amos del mundo, que no están de acuerdo con la marcha de la historia, con la globalización que seguimos y con las consecuencias de un proceso que cada vez crea más desigualad, más injusticia y más violencia.