La compra de Air Europa por parte del grupo IAG -propietario de British Airways, Iberia y Vueling, entre otras aerolíneas- es una de las grandes operaciones del sector del transporte aéreo, por volumen (1.000 millones de euros) y por los objetivos que persigue. IAG ha anunciado que quiere convertir su hub o centro de operaciones de Madrid, donde ya está con Iberia, en un «verdadero rival» para los cuatro hubs más grandes de Europa: Ámsterdam, Fráncfort, Londres-Heathrow y París-Charles de Gaulle. La integración de Air Europa en el hólding reforzaría su posición en el corredor entre Europa y Latinoamérica. No obstante, falta la aprobación de las autoridades de competencia, que deben analizar las posiciones de dominio de IAG que pueden resultar de la adquisición. Asimismo habrá que estar vigilantes ante las repercusiones sobre los trabajadores y los usuarios. La unión de las dos principales aerolíneas españolas, Iberia y Air Europa, crearía unas sinergias que permitirían mejorar la competitividad de Barajas en los vuelos internacionales. En cuanto a los vuelos dentro de España, el impacto también será relevante, ya que IAG ostentaría cerca del 70% del mercado nacional, que lidera Vueling. Una cuestión no menor es el papel del brexit. Para que una compañía pueda operar vuelos dentro de la UE debe estar controlada por capital comunitario. Una salida del Reino Unido sin acuerdo podría comprometer el negocio de IAG, y la compra de Air Europa reorganizaría su estructura accionarial ante esta eventualidad. Corresponde ahora a las autoridades españolas, británicas y europeas analizar que esta compleja operación respete todas las normas, sin perjudicar a los ciudadanos.