Nació un 18 de julio de hace 55 años en Palma de Mallorca, pero en esa coincidencia de fechas se acaba su relación con la imagen tópica del militar español decimonónico. Fulgencio Coll, general jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura XI y máxima autoridad militar española en Irak, es un profesional riguroso y altamente cualificado que habla inglés y francés y se maneja en alemán.

Desde su ingreso en la Academia de Zaragoza en 1966 hasta su ascenso al generalato en 2001, ha vivido en 11 ciudades españolas y ha realizado misiones en Estrasburgo, EEUU, Mozambique, Angola y Bosnia. Posee 15 medallas y laureles, algunas concedidas por los estamentos militares de Francia, Italia, la OTAN y la ONU. Aunque lo que más convence de este militar casado y con tres hijos es su estilo: ese semblante franco, esa mirada que se sostiene firme, esos gestos medidos que siempre tienen en cuenta a los civiles...

Hace ejercicio físico de buena mañana y mantiene sus reflejos en plena forma. Sabe que dependen de ellos 2.500 soldados españoles y latinoamericanos en Irak: Coll no esquiva ninguna pregunta periodística ni esconde el compromiso moral de las autoridades con la tropa, como demostró leyendo la carta de Rodríguez Ibarra en la despedida de su Brigada camino de Irak.