Localidad de 800 habitantes, situada en las estribaciones de Las Villuercas, famosa por su iglesia, fiestas del Rosario y Santiago Apóstol, hospitalidad de sus gentes y microclima de fauna, flora, que otorga al pueblo el privilegio de ser uno de los más fresquitos de la comarca en las noches veraniegas de mucho calor.

El caso es que, ahora, también comienza a ser famoso por la libertad de poder orinar a cualquier hora y en cualquier sitio, sobre todo por las noches cerca de la plaza Mayor en cualquier verbena, obra de teatro, etcétera. Al ser pueblo de empinadas cuestas, se llegan a producir "verdaderos riachuelos" de orín dándose casos de pandillas enteras de jóvenes, y no tanto, miccionando a la vez en cualquier calle ante la mirada de los que "toman el fresquito" sentados en sus puertas. Chicos, chicas orinando juntos, grupos de chicas meando a plena luz del día (cuando la noche se alarga), todo esto sin que las autoridades pongan solución a este desagradable asunto. Tuvimos la esperanza que al cambiar el equipo de gobierno en las últimas elecciones municipales buscasen remedio.

"Agua, mejor dicho pis". Nuevos gobernantes, viejos errores.

Por la mañana, lavan con agua, desinfectantes, alguna calle, pero yo me pregunto: ¿No sería mejor habilitar alguna sala o instalar WC públicos?