Las cifras de asistencia dadas a conocer por la Delegación del Gobierno en Madrid sobre la concentración de extremeños en la plaza de España el 18N son a todas luces erróneas y podrían considerarse interesadas. Es evidente que resulta complicado ofrecer datos certeros acerca de las personas que asisten a un determinado acontecimiento, máxime cuando éste resulta multitudinario. Los ciudadanos están acostumbrados a que se engorden estas cifras por parte de los organizadores y a que se rebajen por la parte contraria. Sin embargo, en esta ocasión la cifra ofrecida por la Delegación del Gobierno resulta demasiado exigua si se compara con el espacio invadido y se tiene en cuenta solo el número de autobuses que llegaron al lugar a dejar participantes: 320 con una media de 55 pasajeros cada uno. El Periódico Extremadura hizo ayer un ejercicio de medición de este espacio utilizando fotos aéreas e incluyendo a 3 personas por metro cuadrado sumando jardines y excluyéndolos, si bien la concentración ocupó ambos emplazamientos. El ejercicio da un resultado de entre 26.000 y 39.000 personas, lo cual queda muy alejado de las 6.500 ofrecidas por la Delegación del Gobierno. Un error de medición, intencionado o no, no empaña en cualquier caso el éxito alcanzado.