THtay cosas que no nos gusta escuchar porque rompen la paz y preferimos se haga silencio sobre temas trascendentales, revelando así nuestro "yo" desnudo de lo que puede inquietarle. Cuando el dolor del otro se olvida, el vaso se vacía y la solidaridad se extingue.

Hablamos de solidaridad, mientras riadas de subsaharianos exponen sus vidas atravesando el estrecho del mar que nos separa de nuestro vecino continente. Todos ellos son un grito silencioso. Huyen de la miseria para decirnos que el Africa negra se muere de sida y hambre entre guerras tribales. Nadie rompe el silencio contando al mundo la desaparición de miles de niños víctimas de los traficantes de órganos y cómo callan, con el secuestro y la muerte, al que habla. Es más importante y no compromete contar el hallazgo de 41 cuentas de conchas en la cueva Blombos con una edad de 75.000 años, y decir que este dato nos proporciona una evidencia nueva y muy importante del comportamiento de seres antidiluvianos en Africa.

Mientras, la solidaridad, que es más que la justicia y que tiende a unir e igualar desde la amistad y el amor, duerme en el silencio renunciando a ser la clave que conduce a la liberación.

*Sacerdote