En Cáceres la gente habla de Cánovas y no de la Avenida de España. La Plaza de América es simplemente "la Cruz" y decimos "Múltiples" para referirnos a lo que oficialmente es Avenida General Primo de Rivera. Sí, allí donde han terminado de construir un aparcamiento subterráneo cuya necesidad, hoy por hoy, sigue sin verse clara. Los altavoces de la flotilla de flamantes autobuses made in Germany nos recuerdan cómo se llama oficialmente esta parada donde se cruzan casi todas las líneas, punto céntrico cacereño donde los haya. Yo me imagino que no pocos forasteros, turistas o estudiantes recién llegados, se extrañarán al enterarse del nombre de esta calle. Los más informados sabrán, desde luego, que no se trata del fundador de la Falange sino de su padre, que el 13 de septiembre de 1923 dio un golpe de Estado con la connivencia del rey Alfonso XIII . Dirán algunos que aquélla fue una dictablanda , que no resiste la comparación con el franquismo. La imagen que ha quedado es la de algo chusco y chabacano, como la reflejara Valle--Inclán en sus esperpentos de Martes de Carnaval . Primo de Rivera fue tolerado por muchos, incluso por políticos e intelectuales, como Ortega y Gasset, de los que se había esperado otra cosa. La excepción más señera fue la de Unamuno , desterrado en Fuerteventura y luego en Francia. En su quijotesca lucha contra el general toda Europa vio el desigual combate de la inteligencia y la fuerza. Es cierto que quien dedicó bellas páginas a Extremadura (entreveradas de alguna ácida crítica) en su libro Por tierras de Portugal y de España también tiene una pequeña calle, allá por La Mejostilla.

Pero aparte de por lo que fue su dictadura, el nombre de Primo de Rivera es ominoso por lo que enseñó al siguiente tiranuelo. Franco aprendió de él a "no hacer el Primo", no dependiendo de un rey, ni desterrando a intelectuales molestos, pudiendo fusilarlos. "Me has enseñado tú... tú has sido mi maestro" cantaba Malú , cantaban el otro día con mucho sentimiento unas niñas en la piscina, y podría haber cantado con su voz de pito Francisco Franco frente al retrato de Miguel Primo de Rivera . La onomástica del callejero tiene como sentido traernos al recuerdo "vidas ejemplares" que nos sirvan de inspiración para el futuro. Muchos hombres y mujeres merecerían más que Primo tener su nombre en esa avenida, pero quizás lo más apropiado sería rebautizarla como ya la llamamos: "Avenida de Múltiples".