La insoportable levedad del ser es unas novela del autor checo Milan Kundera , ambientada en Praga y llevada al cine, que trata sobre las dudas existenciales de las relaciones de pareja y sus conflictos, basada en la teoría de Nietzsche de la inutilidad de la existencia y la necesidad del eterno retorno que viene a decir que todo lo vivido se repite constantemente pero no tan efímeramente, más complicada o con otra consciencia, pero condenados a la repetición.

Después del debate televisivo a cuatro, cual déjà vu del 20D, la historia se repite, con variaciones, eso sí, esta vez Mariano Rajoy tuvo a bien participar, pero seguimos con la misma insoportable levedad sobre las relaciones de pareja políticas, es decir, sin saber de las querencias futuras, a excepción de Pablo Iglesias que sigue empeñado en hacer migas con el PSOE, o al menos en decir que quiere migas, pues si hacemos caso a Nietzsche , igual la historia se repite y al final vuelva a no haber boda, por parte del novio o de la novia.

Si en algo coinciden los medios, la opinión pública y en eso tiene razón Pablo Iglesias , es que los ciudadanos debieran saber de antemano qué van a votar y a quién. Igual que el pasado 20D, alguno se llevó las manos a la cabeza con la coalición PSOE, C's, y otros la aplaudieron, esta vez cada uno de ellos está obligado por conciencia a decir hasta dónde están dispuestos a ceder o a dar, incluyendo sus propias dudas existenciales, esto es, su liderazgo o sillones. A nadie escapa que muchas voces dentro de cada partido, muchas o pocas, altas o bajas, gritadas o en silencio, también esperan estos resultados para dar un paso hacia delante o hacia atrás según y, en última estancia, también según los pactos.

Y es que, la historia se repite, no tan efímera, no tan fugaz, pero como en la novela, caemos en los mismos errores, y votaremos seguramente en las mismas condiciones, y repetiremos seguramente la misma disyuntiva, con quién gobernaremos, pues las matemáticas auguran solo un cambio proporcional entre partidos, no entre coaliciones, pero como en la novela, la paz entre parejas se alcanzó con la muerte, en ese caso en accidente, y la mayoría temen ser ellos los accidentados, y dejar al otro vivo... y coleando.