Todos nos sentimos compungidos y afectados cuando conocimos que la joven onubense, Mari Luz Cortés , había sido cruelmente asesinada por un pederasta perturbado que campaba a sus anchas por las calles de nuestro país. Hasta el último momento, sus padres no perdieron la esperanza de encontrar con vida a su pequeña, perdieron la fe y confiaron en dar con el paradero de esta menor que era la alegría de la casa. El cadáver fue encontrado el pasado 7 de marzo, 54 días después de su rapto y flotando en la ría de Huelva.

Juan José Cortés nunca perdió los nervios, afrontó todo con mucho dolor pero dio imagen de entereza, serenidad y templanza. Cualquiera de nosotros hubiese perdido la cabeza ante una fechoría de esta magnitud pero Juan José se echó a la calle, se reunió con Rajoy , con Zapatero y con la prensa, viajó al Congreso, se reunió con asociaciones de todo tipo, comenzó a recoger firmas para denunciar el enorme fallo de nuestro sistema judicial. Juan José salió a patearse la calle para exigir que se endurezcan las condenas contra los pederastas, para demandar que cumplan íntegramente sus condenas, para denunciar la descoordinación que se había producido dentro del poder judicial y para demandar más actuaciones contra quienes abusan física, psíquica y sexualmente de menores.

El CGPJ ha acordado sancionar al juez Rafael Tirado con una multa de 1.500 euros por una falta grave de retraso injustificado en la tramitación de la causa. 1.500 míseros euros que suponen un insulto y una ofensa para la familia de Mari Luz. Euros que no devolverán la vida a esta pequeña, 1.500 euros que no resuelven absolutamente nada.

Rajoy, en el encuentro que mantuvo con el presidente del Gobierno este verano, le propuso crear un registro central de pederasta que permitiera tener localizados, identificados y fichados a todos los que abusan y atentan contra los derechos de los menores. Rajoy ofreció la ayuda y colaboración del PP para resolver de una vez este gran problema, ofreció su apoyo para reformar y endurecer la legislación. Espero sinceramente que todas las fuerzas políticas no dejemos este asunto de lado, que hagamos de esta cuestión una prioridad y que vayamos juntos en la misma dirección. No podemos permitir que nuestros indefensos menores sigan sufriendo abusos y explotación. No pueden volver a producirse fallos garrafales de este calibre en la justicia. Por tanto ¡manos a la obra señores!, respecto a Juan José Cortés y a su familia, mucho ánimo porque no estáis solos, vuestra lucha es nuestra lucha, la lucha de todos los españoles. La pequeña Mari Luz seguirá en nuestra memoria y en todos nuestros corazones.

*Presidente Regional NNGG

Extremadura y diputado autonómico.