TLta Pepa fue el nombre utilizado para la Constitución de Cádiz, Rajoy acaba de bautizar a la Constitución de europa como La Repanocha . Entre La Pepa y La Repanocha han pasado dos siglos de liberalismo patente, latente y mediopensionista. Ese liberalismo que concedía graciosamente pequeños avances como las cuotas para librarse del reclutamiento o el voto de aquéllos que sabían leer en una España en la que sólo sabían leer los curas y en latín, es un lujo de extremismo y radicalismo para algunos españoles de este siglo XXI que siguen viendo en cualquier avance, científico, social o económico, una amenaza para sus costumbres públicas (en privado todos usan condón). La Repanocha que vamos a votar el día 20 puede ser como el Aleph de Borges que cada uno ve dentro lo que quiere ver. Algunos ven a Zapatero avanzando por las estepas del diálogo y el talante mientras los osos europeos (los que quedan después de las cacerías reales) se abalanzan sobre este país para destrozarlo apoyados por cantidades ingentes de inmigrantes que se llevan los fondos de cohesión como botín de guerra. También hay muchos españoles confesos (en privado interpretan las Escrituras como les da la gana) que ven en La Repanocha un tratado de herejes homosexuales que se casan y casan, y se vuelven a casar en una orgía de rosarios rotos, escuelas secularizadas y pilas de agua bendita llenas de calimocho. Otros, republicanos ellos, ven la oportunidad de cambiar el nombre de la rosa (de Kent ) por el de Camila quitando las coronas. Por cierto, es un avance que la modernidad entre en la corte y donde hubo cuernos, se adapten títulos como el de condesa de Cornualles para doña Camila.

*Dramaturgo y director del Consorcio López de Ayala