POLITICA

Cocidito madrileño

Manuel Carbonero. Jerez de los Caballeros

Miren ustedes por dónde, ahora doña Ana Botella se ha vuelto austera. Ha pasado de adquirir el despacho para su concejalía en una zona riquísima de Madrid, a reunirse con la tercera edad a comer garbanzos. Sí, sí, créanselo. En un acto multitudinario organizado por el Ayuntamiento de Madrid, esto es, con dinero público de todos los contribuyentes y con motivo de las fiestas de Carnaval, se obsequió a los mayores madrileños con un exquisito cocido y con la grata compañía de Ana Botella. Quizá se haya tomado en serio lo de ser concejala de Asuntos Sociales. La derecha que criticaba ferozmente a los militantes del PSOE, que iban a ver a Felipe o a Guerra con su bocata a mítines organizados y pagados por el partido, se dedica ahora a pedir el voto fuera de campaña, a la tercera edad y en actos pagados con el dinero de todos. ¿No será que ya no están tan sobrados de votos? Seguramente.

ELECCIONES

¿Habrá dinero?Antonio Medina Díaz. Badajoz

Cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones se continúa con las jornadas de inauguraciones que marcan un ritmo inusitado. Dichosos momentos de campañas electorales. Como un elemento más llegan las promesas, atendiendo a posturas políticas electoralistas, que nos ofrecen programas y proyectos que todos desearíamos ver convertidos en realidad.

Nos ilusionan con grandes reformas sociales, proyectos de infraestructura, políticas sociales, difusión de nuevas tecnologías y otras numerosas promesas que tienen como única finalidad intentar captar la atención y el interés del ciudadano que con su voto decidirá la elección de sus gobernantes.

Todos los partidos hacen suyos los postulados del Estado de Bienestar, transmitiendo a la sociedad un mensaje de prosperidad y progreso con metas al alcance de la mano con una serie de servicios que proporcionarían mayor bienestar de acuerdo con un nivel económico de elevada calidad.

Pero, cuando de una forma electoralista se habla de estas promesas, nunca suele hacerse de las contrapartidas, del coste de esas posibles mejoras. ¿Realmente se cuenta con los fondos necesarios? Teniendo en cuenta que también nos prometen rebajas de impuestos, hay motivos suficientes para hacernos reflexionar y pensar de que hay algo que no encaja porque, evidentemente, esto no es gratis.

AUDIOVISUAL

El PP y la teleJ. Miguel A. Alias. Cáceres

Que el PP de Extremadura y el Gobierno de la nación no desean una radio televisión pública en Extremadura, resulta ya, algo indiscutible. Los hechos no demuestran otra cosa. Tras la desafortunada experiencia televisiva extremeño-andaluza, siguen insistiendo en obstaculizar el nacimiento del ente público.

El ministro de Ciencia y Tecnología, señor Costa aseguró en noviembre del 2003 el ministerio se encontraba trabajando en el real decreto y que se aprobaría en Consejo de Ministros antes del fin de 2003. Pues bien, seguimos esperando, mientras el Partido Popular regional intenta por todos los medios a su alcance, retrasar la modificación de la Ley de la Corporación Extremeña de Medios Audiovisuales. Muy cerca, en Baleares, el presidente Matas ya ha propuesto a la que será futura directora general de la televisión autonómica de las islas. Seguramente, el señor Floriano y los suyos apoyarán sin ambages la creación de la RTV balear, mientras que por razones exclusivamente partidistas nos privan a los extremeños de un importante elemento vertebrador desde el punto de vista social y trascendental para el desarrollo de un sector, que como el audiovisual, se encuentra en continua pujanza.