El rotundo triunfo electoral del PSOE en la región ha reducido las interpretaciones de los resultados electorales a una sola: Guillermo Fernández Vara gobernará con la mayor confianza que los extremeños dieron nunca a un dirigente político.

Los resultados locales en Cáceres sí que nos ofrecen varias lecturas que, como los diez mandamientos, podemos resumir en dos: alcalde popular en minoría o alcaldesa socialista por acuerdos tripartitos. Cualquiera de las dos fórmulas es legítima y responde al mandato de los ciudadanos.

De los gobiernos tripartitos sabemos bastante por cómo le va al ayuntamiento de Barcelona o a la Generalitat. ¡Ya nos gustaría que un gobierno municipal tripartito aquí lograra los mismos éxitos! Que en Cáceres se pueda pensar en esta fórmula para el próximo gobierno municipal debe considerarse como algo normal en política (el arte de lo posible).

Cáceres necesita un gobierno estable que dé confianza a inversores y empresarios. Un gobierno en minoría no puede garantizar esa estabilidad y el PP, aunque fue el partido más votado, por sí solo no podrá gobernar.

Un posible acuerdo de gobierno tripartito debe igualmente garantizar estabilidad para toda la legislatura. En ambos casos las negociaciones que puedan alcanzarse deben ser transparentes y conocidas por los ciudadanos.

Quienes han recibido los votos de los cacereños y ahora tienen la responsabilidad de buscar acuerdos de gobierno no deben olvidar que desde el municipio han de mantenerse las mejores relaciones con las instituciones provinciales, regionales y nacionales. Cáceres precisa de un empuje especial por parte de la Junta de Extremadura y del Gobierno de Madrid para acometer nuevas infraestructuras, mejorar el empleo y disponer de recursos económicos para ser Ciudad Europea de la Cultura en 2016 . Será fundamental que quienes formen el futuro gobierno municipal tengan las puertas abiertas de estas instituciones en los próximos cuatro años.