Desde que tengo uso de razón, como almendralejense, he visto a los autobuses de la empresa LEDA recorriendo las vías extremeñas y de parte de Andalucía. Una empresa con más de 90 años de vida que, de alguna forma, sentimos que forma parte ya de la nuestra.

Una empresa 100% extremeña, de esas que el señor Fernández Vara prometía salvar a través de sus compromisos electorales de fogueo.

Señor presidente de la Junta de Extremadura, está usted haciendo totalmente lo contrario, LEDA es otra empresa extremeña que está hundiendo con su gestión política.

Y una empresa del tamaño de LEDA que, según han manifestado, reclama más de un millón de euros a la Junta de Extremadura, afronta un posible colapso financiero por culpa de usted, el que sacaba pecho de pagar a los proveedores en tiempo récord, convertido en el gran populista de Extremadura, «ni una mala palabra, ni una buena acción».

Este gobierno de la Junta va a pasar a la historia como liquidador de las empresas extremeñas: a los comedores escolares y al consorcio de las ambulancias, se une ahora una empresa pionera en el transporte de viajeros en nuestra tierra.

La desfachatez de la Junta se eleva a su más alta expresión cuando el director general de Transportes se atreve a declarar que no se le debe nada a la empresa de autobuses.

Eso lo declara públicamente, porque en petit comité, ha reconocido que no puede pagar por problemas administrativos.

¿Pero qué broma es esta, señor Vara? Vuelve usted a jugar con muchos puestos de trabajo y con los usuarios de ese servicio.

A pesar de deberles usted más de 21 meses, la empresa ha seguido prestando el servicio profesionalmente.

Llega un momento en el que una pequeña o mediana empresa no puede seguir adelante si no se le abona lo que se le debe.

No puede seguir, no es que no quiera, es que materialmente le resulta imposible. Y usted les responde amenazando con que realizarían el servicio con otra empresa.

Eso es jugar muy sucio.

Volvemos a lo de siempre, la Junta no tiene dinero para abonar a la empresa de autobuses lo que legítimamente se le adeuda, pero si tiene dos millones de euros para mantener a los enchufados de Gisvesa.

El arte de agradar es el arte de engañar, decía Luc de Clapiers. Qué gran fraude está siendo su gestión, señor Fernández Vara.