Yo no quiero ser la costilla de Adán ni el descanso del guerrero, ni el Cid con bragas, ni bella del señor. No quiero ser casa cuya llave tenga ningún hombre, ni habitación que se alquila porque no la habita nadie. No seré tampoco un fanal transparente de hermosura cuyo cristal puede romper cualquier hombre en su locura. No quiero que la fragilidad tenga nombre de mujer, por mucho que lo diga Hamlet. Nunca he querido que un hombre pierda la cabeza por mí, ni esté loco de amor. Cuerdo y muy cuerdo lo quiero. No permitiré que nadie me mate con un beso ni que el amor a hombre alguno me haga perder la razón. No admito que sea la mona la que tenga que vestirse de seda, ni que la mujer de César tenga no solo que ser honesta, sino parecerlo. Ni tener que estar compuesta para apartar al hombre de otra puerta, ni aceptaré soga larga ni corta como cabra que siempre tira al monte. No toleraré que sea el amor con celos el que dé los cielos. No admito ser equiparada con el ladrón al que no hay que darle ocasión, ni que el vino tenga que ir en bota y yo en pelotas.

Declaro mentira para siempre el que los niños no lloran y me hace vomitar el escuchar, - que todavía se escucha- decir a alguien, hombre o mujer: así no se sienta una señorita, tienes una cara preciosa, deberías sonreír más, a ver, a las tías os afecta todo, es TAN mandona, ¿a quién se estará tirando?, se te va a pasar el arroz, qué suerte que te ayude tu marido, mujer tenía que ser, todas las feministas son lesbianas, vaya boquita, no digas tacos, no te enfades que te pones muy fea...

Lloraré cuanto quiera aunque a cojera de perro y llanto de mujer no se haya de creer, y guisaré si me apetece pese a que algún descerebrado crea que el amor entra por la cocina. Y nunca, nunca admitiré que quien bien me quiere me haga llorar.

Diré con Areúsa que nunca me precié de ser de nadie, sino mía y con Santa Teresa que el mundo nos tiene acorraladas. Mañana iré a clase y lo mismo que no juzgaré a los que decidan parar, no aceptaré ser juzgada. Porque con Marcela afirmó que soy libre y hago lo que debo hacer.