Si es usted de los que cree que el hombre no ha llegado a la Luna, ojito, no se lo diga a nadie. Guárdeselo. Y si lo comenta con alguien, que ese alguien sea de su misma opinión. Mire lo que le ha ocurrido a la diputada del PSOE Susana Ros por pensar que el hombre no ha pisado la luna y decirlo sin tapujos. La han llamado de todo menos bonita. Concluimos pues, una vez más, que existe la libertad de pensamiento, pero no existe la libertad de expresión. Ya digo, la diputada Susana Ross ha manifestado, a través de su facebook, que es de las que piensan que el hombre no llegó a la Luna, porque después de 50 años no hemos vuelto a ir, algo que le parece sospechoso. Y algunos internautas han tachado su opinión de vergonzosa, bochornosa, increíble. Resaltan la ignorancia de la diputada, ya que el hombre volvió a la Luna en cinco ocasiones más. Claro que, aun así, no tenemos demasiada información sobre la Luna. Supongo que todos estaremos de acuerdo que el ser humano es curioso e invasor por naturaleza, además de soberbio, y todos los logros conquistados los difunde hasta la saciedad. En este caso bastantes ciudadanos ignoran que esos viajes se llevaron a cabo. ¿Falta de interés por parte de estos ciudadanos o falta de disposición para mostrar lo sabido y hallado en la Luna por parte de los organizadores de mencionados viajes?

El caso es que a día de hoy, transcurridos 50 años desde el primer alunizaje, con el innegable avance de la tecnología, la Luna debería ser el sexto continente de la tierra, unido a esta por sus correspondientes puentes aéreos. Hasta que eso ocurra habrá quien dude de que el ser humano haya puesto un pie en la Luna.

Si existiera un ser omnisciente que nos develara toda la verdad de lo ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad, quizá nos llevaríamos muchas sorpresas.

Yo he expresado ante algunas personas mis dudas sobre el alunizaje y a veces he sido tratado de ignorante. Y en algunos casos he aguantado un talante preponderante por parte de mis interlocutores. Me da miedo mi ignorancia, pero me dan más miedo los que se creen en posesión de la verdad absoluta.