Dos hectómetros cúbicos, el 10% de la capacidad del Guadiloba. Ese es el agua que ha salido del pantano de Cáceres en los dos desembalses que se han producido este año. Un año más, el octavo en los catorce que llevamos de este siglo, se tiene que desembalsar agua, y mientras esto ocurre la ciudad sigue sin una solución definitiva de abastecimiento, dado lo irregular del Guadiloba, que traerá agua de un pantano, Portaje, que está a 65 kilómetros.