Los niños son la nueva generación. Nosotros les estamos construyendo un mundo para el futuro, pero ellos tendrán que vivirlo. Los derechos de los niños se relacionan con diferentes aspectos como la educación, la libertad, el bienestar- Ahora bien, esta normativa ha de garantizarse en todo el mundo. Aunque, centrándonos en España, nos encontramos con un problema principal llamado fracaso escolar . El alumno piensa que la culpa es del profesor, la familia piensa lo mismo, y la sociedad, también. Pero nunca nos hemos preguntado si la culpa es nuestra.

El mayor problema de nuestro país es que no se valora al maestro que está delante de un grupo de alumnos y ha de dar su máximo potencial porque, aunque no lo creamos así, es un modelo a seguir. El maestro ha perdido credibilidad, se enfrenta a un alumno al que le da igual lo que opine y que vigila que no dé un mal paso porque, al hacerlo, será puesto en tela de juicio.

Nos encontramos con familias que defienden a su hijo por encima de todo, y la verdad es que pienso que todo padre ha de hacerlo, pero hasta cierto punto. ¿Dónde se quedaron los tiempos donde tú contestabas al profesor y al decírselo a tu madre ella te contestaba con un "algo habrás hecho"?

Los límites existen para utilizarlos; si nosotros no los ponemos, ellos no lo sabrán hacer. Al fin y al cabo, ellos aprenden de los adultos. Ahora ha llegado el momento de recapacitar, pensar que el oficio del profesor es enseñar y que si este no recibe el apoyo de la sociedad, no será lo mismo. Familia y docente han de caminar juntos en la misma línea y tener claro que juntos se puede realizar todo lo que se propongan porque el alumno es totalmente consciente de este trabajo de colaboración.

Lorena García **

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