WDwesde hace siete años, la Universidad de Extremadura y la Consejería de Educación de la Junta ponen a disposición de las personas mayores extremeñas las aulas universitarias. Por la Universidad de los Mayores han pasado en este tiempo 2.000 alumnos y las encuestas sobre el grado de satisfacción revelan que esta iniciativa no puede ser más positiva. No es que no haya nadie que, como afirmaba ayer en estas páginas el coordinador de la misma, el catedrático Florentino Blázquez , haya abandonado porque no le guste, es que lo que a nadie le gusta es irse, que el curso acabe, que su promoción termine. Y precisamente por eso, el programa tuvo que ser ampliado de 3 a 5 años y ahora se da la posibilidad a sus alumnos de que continúen formándose como oyentes en clases regladas. La Universidad de los Mayores es una magnífica iniciativa sobre la que no cabe otra posición que apoyarla y difundirla porque para la gran mayoría de los alumnos es convertir en realidad el sueño de aprender, que no pudo ser cumplido por circunstancias sociales y económicas; y también es ver recompensados los esfuerzos que muchos tuvieron que hacer, particularmente las madres, para que sus hijos fueran a la universidad. Es hacer justicia con una generación sacrificada.