Algunas de las últimas medidas educativas tomadas por el Consejo de Gobierno Extraordinario de la Junta de Extremadura y anunciadas con gran énfasis por la Consejería de Educación han suscitado rechazo y sorpresa, no sólo de CCOO, sino del conjunto de los sindicatos y de muchos de los trabajadores de la enseñanza. En una encuesta planteada en nuestra web, más del 80% de los participantes considera que estas medidas no van a contribuir a mejorar la calidad de nuestro sistema educativo.

Alguien puede preguntarse cómo podemos oponernos a medidas que en definitiva suponen inversión en educación; ¿cómo puede ser negativo el hecho de que cada alumno de Secundaria maneje un ordenador como herramienta de aprendizaje y pueda acceder gratuitamente a los libros de texto?; o ¿cómo puede resultar negativo el que los alumnos que lo necesitan reciban refuerzos?

Naturalmente todo esfuerzo inversor en educación es bueno. El problema es que pueda parecer que estas medidas son la solución de los graves problemas que presenta nuestro sistema educativo y, como consecuencia de ello, dejen de tomarse las que realmente se necesitan. Nos parece que la educación es un tema demasiado serio para Extremadura y CCOO dejaría de ser un sindicato responsable y comprometido si dejara de advertir la posibilidad de este peligro.

Los informes que conocemos, entre otros el del Consejo Escolar de Extremadura, reflejan una problemática endémica en nuestra región en lo que refiere a resultados educativos. Nuestros números en este campo necesitan mejorar y deben hacerlo de manera efectiva en todos los niveles. Además, hay otros retos pendientes, como la escolarización anterior a los tres años y la tasa de abandono escolar prematuro. Tenemos que abordar y resolver el tema de la denominada educación para toda la vida, a la que, últimamente, tan poca atención se viene prestando desde la Consejería de Educación.

XEL PROBLEMAx hay que afrontarlo con una visión más global y, desde luego, teniendo en cuenta que el personal docente y el de administración y servicios de los centros educativos son los agentes que deben realizar las tareas derivadas de las políticas educativas. Desempeñan por ello un papel fundamental en esta cuestión.

Lo que de verdad demandan los centros es autonomía organizativa para establecer sus propios compromisos con la calidad del sistema educativo y recursos disponibles para atender a las necesidades docentes: Todo ello con compromiso de evaluación como garantía del trabajo bien hecho. La respuesta a estas demandas reales está siendo pospuesta por la consejería, aduciendo la futura aplicación de una posible ley de educación de la que poco sabemos por el momento.

Ante esta actitud dilatoria, tenemos la obligación de exigir el desarrollo y cumplimiento del Acuerdo para la Mejora de las Condiciones Laborales del Profesorado Extremeño, firmado por la propia consejería y los principales sindicatos de enseñanza el 11 de enero de 2007, que compromete a la Administración a negociar la adaptación de las dotaciones de personal a las necesidades de la Educación del siglo XXI. Este es un avance que impide la propia consejería.

Las medidas sobre refuerzo educativo por las tardes, de abril a junio, han sido adoptadas unilateralmente por la consejería como parche a su falta de respuesta a las demandas anteriores. Todo ello, sin contar con los representantes de los trabajadores. En CCOO creemos que la Administración ha elegido el camino equivocado en este tema. La buena solución para corregir el fracaso escolar pasa por la atención inmediata, en grupos pequeños y en horario lectivo al alumnado con dificultades. Los países con buenos resultados en el informe PISA lo hacen así. No parece lógico recargar más a aquellos que tienen dificultades en el aprendizaje. Además, ¿qué pasará en aquellos casos en los que no haya profesores dispuestos a hacer horas extraordinarias? ¿Quién garantiza la atención sistemática del alumnado que la necesita?

Y por último, ¿en qué queda el reconocimiento de la labor del profesorado?; ¿cómo cree la consejería que percibirá el profesorado la adopción de medidas no demandadas, mientras que las que sí lo son se desatienden? Estudios recientes ponen en evidencia que los resultados escolares mejoran de manera sensible si se incrementa el número de horas de docencia directa en detrimento de las tareas burocráticas. Es un clamor la necesidad de los centros educativos, sobre todo de Infantil y Primaria, pero también de Secundaria, de personal de administración y servicios para atender a las tareas derivadas de las necesidades burocráticas y de atención a las familias y a las nuevas tecnologías.

El reconocimiento de la labor docente pasa por no promover unilateralmente medidas como sacadas del sombrero, no compartidas por los trabajadores que han de llevarlas a la práctica mientras que, por otro lado, la Administración se escuda en una futura Ley de Educación extremeña, cuya génesis es bastante desconocida por los agentes e interlocutores sociales, para no cumplir compromisos adquiridos. En otras comunidades no han necesitado la Ley de Educación para negociar y articular planes de mejora de los centros.

*Secretario de Acción Sindical de la Federación de Enseñanza de CCOO Extremadura