Los datos de las visitas de extranjeros a España en los ocho primeros meses del año, con un aumento del 4,5%, evidencian que el sector turístico es el que mejor funciona en nuestra economía. Las pernoctaciones han crecido algo menos porque se consolida la tendencia a la reducción de la estancia media: 3,9 noches por viajero, un 1,3% menos que en el año anterior. De la misma forma, agosto aumenta su peso respecto del resto de la temporada: la llegada de turistas se incrementó el 7,1% frente al citado 4,5% de entre enero y agosto. Las noches de hotel de españoles en agosto mejoraron un 3% (3,8% las de extranjeros), lo que quizá apunte un cambio de tendencia del consumo interno.

Por tanto, bienvenida sea la mejora de la actividad turística. Hay que tomar nota, sin embargo, de que la oferta que atrae a nuestros visitantes sigue pareciéndose en exceso a la de destinos que pasan por momentos de inestabilidad, pero que a medio plazo volverán a competir, sobre todo en precios.