WEwl Gobierno nombró ayer a Joan Mesquida director general de la Guardia Civil, en sustitución del teniente general Carlos Gómez Arruche , y al teniente general Carlos Villar , jefe del Estado Mayor del Ejército, cargo que ocupaba José Antonio García González . Los dos cambios se deben a temas que inquietaron a la opinión pública y que el anterior ministro de Defensa, José Bono , no llegó a resolver.

En el relevo del jefe en la Guardia Civil pesa la promesa del PSOE de desmilitarizarla. Al optar por una persona que no pertenece al mundo castrense se va en esa dirección, se atiende al deseo mayoritario de los agentes y se recupera una tradición de 20 años de civiles al frente del cuerpo.

Los dos generales sustituidos ensombrecieron las decisiones del poder civil. Gómez Arruche fue demasiado comprensivo con uno de los implicados en el caso Roquetas. García González tardó casi un mes en reaccionar al discurso del general Mena , cuando éste aludió a una posible intervención del Ejército si el Estatut desbordaba la Constitución. En ambos casos, la pérdida de confianza era real, pues predominaba la impresión de que estos militares se habían permitido disentir públicamente del Gobierno.