El sueldo que tiene María Dolores de Cospedal no es culpa suya. Los tres trabajos (uno, dos y tres) que desempeña me llaman un poco más la atención, en un país con cuatro millones de parados. La mayoría de los mortales apenas podemos compaginar un trabajo con sacar adelante una familia. ¿Tomará Jalea Real o extracto de gaviota?

Sin embargo, lo que me resulta insoportable es que todo esto me recuerda el dinero que nos cuestan los políticos, ya que la senadora Cospedal cobra más de veinticinco mil euros solamente por sus dietas y gastos como senadora. Es decir, el sueldo medio de un español. ¿Cuánto tiempo ejerce como senadora para llevarse más de cuarenta y tres mil euros de sueldo por ese concepto? Estoy seguro de que no ficha.

La señora Cospedal en todo caso, un día sí y otro también nos habla de las cifras del paro con cara de circunstancias solidarias. Mientras, ella gana en un año con uno solo de sus trabajos, lo mismo que cuesta el piso de muchos españoles, en forma de hipoteca a treinta o cuarenta años.

¿Demagogia? Por excesos como estos, los políticos pierden su credibilidad, nos recuerdan por dónde habría que meter realmente la tijera y nos recuerdan que el detonante de la crisis siempre estuvo en los excesos de pocos, frente a la pobreza de muchos.

Ignacio Caballero Botica **

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