WEwl ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos , desea que Córdoba sea candidata española a Capital Europea de la Cultura 2016. El pasado fin de semana, el jefe de nuestra diplomacia --en declaraciones no precisamente muy diplomáticas-- manifestó incluso su disposición para pedirle al presidente de Andalucía, Manuel Chaves , que la Junta opte por defender la candidatura de Córdoba en lugar de la de Málaga, ciudad que también aspira a la proclamación. Moratinos es diputado por Córdoba y nada habría que decir sobre su opinión si sólo fuera diputado por Córdoba, pero resulta que es ministro del Gobierno de España y el cargo le obliga, por definición, a dejar en casa sus apetencias de favorecer a su provincia frente a otras. Porque las opiniones particulares del diputado Moratinos pueden, de rebote --y sólo hay que leer las manifestaciones de la alcaldesa de Córdoba para entenderlo así, puesto que la edil ya exige que el Gobierno español también apoye a Córdoba--, perjudicar a la candidatura de Cáceres, que debiera ser, para el ministro, tan legítima y defendible como cualquiera. Por eso es comprensible, y justificada, la crítica que ayer expresó el alcalde Saponi sobre el proceder del ministro.